La garantía legal de los productos

En esta presentación vamos a contarles lo relativo a la garantía con que cuentan los productos que uno compra en distintos negocios y cómo funciona la misma.

Los productos que adquiere un consumidor poseen una garantía legal de seis meses para cosas nuevas y de tres meses para cosas usadas. Esta garantía rige aún cuando el vendedor no haya aclarado que la cosa tenía garantía o, peor aún, cuando se aclare que el producto no cuenta con garantía. Es decir, la garantía legal para los consumidores es de orden público y no puede ser desconocida por los comerciantes. La misma puede ser ampliada en cuanto a su plazo, como hacen muchas empresas, ofreciendo garantías de 12 o 24 meses sin costo adicional, pero la garantía legal no puede ser disminuida.

La garantía para los consumidores es aplicable a todo tipo de productos: aparatos electrónicos, mobiliario, etc. y debe constar en un certificado expedido por el fabricante o vendedor del producto.

Cuando se presenta un desperfecto dentro del plazo de la garantía legal, el consumidor solamente debe advertir la existencia del inconveniente y no se le puede exigir que demuestre los motivos del desperfecto. En otras palabras, basta con que el consumidor le comunique a la empresa que el bien en cuestión dejó de funcionar adecuadamente.

La responsabilidad por el otorgamiento de la garantía le corresponde a todo aquel que se encontró vinculado con el producto: el vendedor, el importador, el fabricante. Es cierto que generalmente somos derivados a un servicio técnico tercerizado, pero ello no quita que, de tener que efectuar una acción legal, se pueda reclamar contra todas las empresas mencionadas. Esto se conoce como responsabilidad solidaria y es de plena aplicación en el derecho del consumidor.

Una cuestión importante a tener en cuenta y que generalmente las empresas no cumplen es que los costos de transporte y demás gastos relativos al traslado del producto al servicio técnico son a cargo del responsable de la garantía legal. Por ello es importante guardar los comprobantes de los gastos en transporte en que hayamos incurrido para ir y volver del servicio técnico.

Una vez reparado el producto, el servicio técnico debe extendernos un certificado de reparación en el que esté claramente informado el problema que se solucionó y las características de la reparación realizada.

Por último, si la reparación no resulta satisfactoria, el consumidor tiene tres opciones: (i) pedir el cambio del producto; (ii) solicitar el reintegro de lo abonado; o (iii) obtener una quita en el precio pagado oportunamente.

En ACYMA sabemos que pasar por la experiencia de los servicios técnicos de las empresas puede llegar a ser una experiencia muy frustrante o desalentadora. Por eso, si tenés algún problema sobre este tipo de temas, consultanos, en ACYMA estamos para asesorarte sobre tus derechos y las obligaciones de las empresas.